2ª PARTE - DÍA 1 : FARAMONTANOS - SANTA CROYA DE TERA

Segunda Parte - Continuación

El siguiente tramo lo pasamos mojándonos, cada poco llovía

Esta carretera no tiene nada de tráfico, Zamora no es una provincia masificada de coches, de hecho hoy en día sigue pasando el autobús de pueblo en pueblo.

Nos acercamos al cruce, en este punto también existe un atajo o variante, muchos peregrinos siguen recto desde Montamarta, pasando por el puente de la Encomienda y entrando en la comarca por Pozuelo de Tábara ahorrando así mas de 30 km, pero como dije antes este tampoco sería el Camino marcado.

Aquí comenzó a llover y nos refugiamos en la gasolinera, cuando aflojó nos fuimos a la iglesia, estamos en TÁBARA y esta es la piedra dedicada al peregrino.

Puerta de la iglesia cerrada como todas.

Parece que se abre un claro, aquí vemos a dos peregrinos con las capas, acaban de llegar y seguro que les ha pillado la lluvia, nosotros por suerte nos refugiamos a tiempo.

Plaza de Tábara, llegaron los holandeses y se pasaron al bar de la Plaza.

Fuente antigua en Tábara

Placa de bronce en la puerta del albergue

Albergue nuevo pero creo que se quedara pequeño en muy poco tiempo, la vía de la plata será en el futuro el camino a seguir, pues todos los que hemos hecho el camino francés buscamos esto, sencillamente algo nuevo, que cada uno descubrirá a su modo y manera.

Lavadero junto al albergue.

Cuando abandonas este albergue, las flechas no te dejaran para que no te pierdas.

Flechas en el suelo

Flechas en los postes

Otra vez en el suelo

Y más flechas incluso duplicadas

Comimos en un banco cercano a este cruceiro, desde aquí se pasa por el pequeño pueblo o barrio SAN LORENZO

Por San Lorenzo se cruza la general y en pocos metros comienza el camino.

Al camino si se le quitan algunas piedras, está de lujo.

Al fondo se ve Tábara y el camino recorrido, a la derecha podéis ver a María.

Este tramo es delicado pues salen pistas a cada poco y todas son parecidas, fijaros en esta pequeña piedra …fácil de cambiar de sitio. Un consejo, tened siempre en cuenta la montaña de molinos eólicos, pasareis cerca de ellos y es la referencia a seguir.

No obstante estar muy atentos a las X, si las veis retroceder.

María al fondo, antes de que se me olvide, mucha culpa de que el camino esté tan bien marcado la tiene Domingo el marido de Anita, que este año se ha dedicado a marcar el camino y eso es de agradecer, ambos han contribuido con su trabajo a conseguir un camino más seguro, sin hablar de su albergue pues no quiero que lleguéis a pensar que tenga algo que ver.


Pero si hay algo que me gusta lo digo y lo siento si es bueno como si es malo.

Bueno María se acerca a la montaña.

Nos acercamos a la Sierra de las Cavernas, pero la superaremos por su parte mas baja.                                                                                                                                                        

Paramos a beber agua y a quitarnos los chubasqueros y otra vez a pedalear.

Bueno aquí tuvimos que empujar, al fondo podéis ver Tábara.

Animo María, la cuesta sigue un poco más.

En este tramo las ruedas se frenaban bastante, era pura arcilla.

Vuelven a caer gotas de agua, pero sólo fue una nube.

Más flechas en el camino

Indicadores de: casa Anita, albergue de Santa Croya.

Bonito paraje para disfrutar de la bici.

Al fondo algo de lo que huían los holandeses y también María: …MASTINES ZAMORANOS.

María me esperó para pasar juntos.

Aquí había cuatro mastines, uno estaba con el pastor y dos se mostraron pronto como nobles, sin embargo el negro resultó ser malo y cuando digo malo es eso.

Para colmo el camino tenía unos charcos profundos que impidieron el pedaleo, me tuve que bajar de la bici y entretenerlos para que María se alejara, después de un rato conseguí que los dos se alejaran pero el negro no cedía y quería morderme a toda costa, sin piedras y sujetando la bici aguanté el mal trago y le hice frente, al final retrocedió.

Cuando alcancé a María me eché un trago de agua pues mientras estaba frente al mastín no tenía ni saliva. Pero si llego a dar síntomas de miedo el mastín me hubiera mordido y al verle los otros también.

Bueno lo malo ya pasó y ahora hasta que se le pase el susto a María la tengo detrás.

Flecha en la encina.

Bueno ya estamos otra vez pedaleando y más contentos parece que las nubes nos dan un respiro

Largas rectas con multitud de jaras y monte bajo

Las flores de las jaras despiden un olor inconfundible.

Llegamos a BERCIANOS DE VALVERDE, fijaros que desde el Puente Quintos os comenté el camino más corto, pues bien este es después de pasar por la comarca de Tábara el primer pueblo de la comarca de Valverde. Aquí podéis ver la piedra al peregrino.

A partir de aquí los pueblos tienen una escalera por fuera de la iglesia por donde se puede subir al campanario, pero hay que ser respetuosos y no tocar las campanas pues cualquier toque de las mismas puede alarmar a los habitantes del pueblo, creyendo que hay fuego

Esto es lo que os comentaba, cualquiera puede tocarla

Aquí me podéis ver en el campanario.

Caen las primeras gotas y decidimos continuar, atrás queda esta bonita iglesia.

Flechas para salir del pueblo, espero que no haya avería y pongan la tapa con la flecha para otro lado.

Por la vega y escoltados por los chopos seguimos el camino.

Pasamos el puente del rio Castrón.

Nos cambiamos de camino, siguiendo esta flecha.

Nada mas cambiar de camino, comienza la subida.

Tenemos que coronar esta montaña para luego ir por su páramo durante muchos km.

Parte de la cuesta la hicimos empujando.

Una vez arriba, largas rectas nos esperan.

Llegareis a un sitio que hay una especie de cabaña con asientos y agua para los peregrinos, este terreno es de Domingo y ha puesto esto para que los cansados caminantes hagan un descanso, además el techo es de uralitas y en caso de lluvia servirá de refugio, junto a este refugio está este cartel.

Después de pasar el páramo, llegareis a una fuerte bajada con muchas piedras, aquí hay que cuidarse mucho de no caer al suelo, al llegar abajo cruzareis el canal y veréis este cartel.

Saldréis a la carretera y llegareis al cruce, se coge a la derecha, estamos en la comarca del valle del Tera

María acercándose al pueblo.

Bueno estamos en SANTA CROYA DE TERA

Fuimos al albergue y hablamos con Domingo para que nos guardara dos camas y sin quitar nada de las alforjas nos fuimos a SANTA MARTA DE TERA.

Nuestra primera parada: la Iglesia, aquí en la puerta la piedra al peregrino.

Fue una lástima pues estaban restaurando la iglesia.

Monumento del campanario, fijaros en las escaleras para subir a tocar

Esta es la mejor de todas las fotos que conseguí hacer entre los andamios de obras

Después fuimos a sellar al albergue y la hospitalera nos contó que la Misa se daba en la planta baja del albergue, hasta que estuviera la iglesia restaurada. Nos compramos un ping de recuerdo.

Interior del albergue. Aquí estuve hablando un rato con un cántabro y un brasileño que insistieron me quedara pero les contesté que ya me había comprometido en el albergue de Anita.

Este edificio está junto a la iglesia y ¡cómo no! estaba cerrado.

Desde aquí nos fuimos a Santa Croya a ver la piedra del peregrino, esta al contrario que las anteriores no está en la Iglesia sino en la plaza del Ayuntamiento.

María mirando el reloj del Ayuntamiento

Fuimos a ver las famosas puertas de la Iglesia, al parecer fueron traídas de Filipinas con la grabación ya hecha. De camino al albergue nos paramos en una tienda y compramos unos bollos del Real de la Jara que estaban muy buenos con una tableta de chocolate blanco, cuando mejor estábamos comenzó a llover por lo que salimos pitando para el albergue.


Cogimos estas camas de abajo y lo de siempre, la ducha y después la colada.

Después de tener todo listo salimos a ver qué tiempo hacia y ahora parece que hay un claro, nos fuimos a ver el rio Tera, esta es la cara principal del albergue.

En el albergue, podéis ver todo con motivos peregrinos.

Fijaros en el agarrador de la puerta

Se acercaba la hora de la cena y Domingo me dijo que hacia un poco de frio en el comedor, le comenté que porque no cenábamos en el cuarto de la chimenea y me dijo que era un jaleo llevar los platos, vasos, etc., le dije que de jaleo nada, así que llame a los holandeses, los franceses y entre todos llevamos todo, lo colocamos en la mesa y más tarde Domingo trajo la cena en unas bandejas grandes. En resumen cenamos todos juntos y calentitos.

La cena estuvo muy bien, yo no pedí macarrones y si alubias pintas de la comida que les sobro a mediodía a Domingo, le dije que me hiciera el rechinaó zamorano y así fue, Anita lo hizo y estaba súper bueno...Tanto que una francesa mandó al marido a ver si quedaba algo más en el puchero y tuvo suerte, salió medio plato que la francesa dio buena cuenta de él apurando con el pan en el plato. Y es que daban un olor que alimentaba.


Después de esto nos quedamos un rato al calor de la chimenea viendo los diarios de los peregrinos que algunos son para enmarcar y charlando con los holandeses que nos contaron que les habían dado más miedo los mastines zamoranos que los toros que habían visto en Extremadura y Salamanca. Cuando todos se fueron a dormir, abrí la puerta que da a nuestro cuarto y salió el calor para la habitación por lo que dormimos de maravilla.